Como es bien sabido, la endodoncia es un tratamiento que consiste en la extracción de la pulpa necrosada de un diente para ser reemplazada con un empaste especializado capaz de prevenir la evolución del deterioro de la pieza y garantizar que no continúe afectando al bienestar del paciente.
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Por lo general, este tipo de intervención odontológica es llevada a cabo en casos puntuales como, por ejemplo, caries demasiado avanzadas, traumatismos, abrasión, erosión y desgaste del diente por roces con otros dientes.
Grosso modo, podemos decir que un tratamiento de conductos se lleva a cabo en cinco sencillos pasos:
- Primero se debe realizar una pequeña apertura sobre la superficie del diente a tratar.
- Luego, a través de la apertura, se extrae toda la pulpa del diente y se realiza una limpieza en la cámara pulpar para preparar el área.
- Con un material endodóntico especializado, se hace un relleno del canal radicular.
- Una vez los conductos están preparados, se complementa el relleno de la corona dental con un material resistente.
- Por último, el especialista lleva a cabo el sellado y moldeado del diente para que éste retome su forma original.
Sin embargo, teniendo en cuenta la gran variedad de posibles afecciones que puede padecer un diente, en la actualidad nos encontramos con diferentes tipos de endodoncia. Por tal motivo, a continuación, hablaremos de cada uno de ellos:
Endodoncia unirradicular
Consiste en aquellos tratamientos que son llevados a cabo en piezas que cuentan con un único conducto radicular. Esto quiere decir que es aquella que es efectuada en los incisivos centrales y los caninos superiores e inferiores. Asimismo, este tipo de endodoncia también es realizada en los primeros y segundos premolares inferiores.
Endodoncia birradicular
En este caso, las endodoncias birradiculares son aquellas que se encargan de tratar dientes con dos conductos radiculares como algunos de los molares inferiores y los segundos premolares superiores que, aunque solo cuentan con una raíz, es común que tengan dos canales radiculares.
Endodoncia multirradicular
Finalmente, este tipo de endodoncia es aquel que se realiza sobre dientes con más de dos conductos radiculares. Esto sucede más que todo en los molares superiores, los cuales presentan dos canales en su raíz mesial, donde pueden localizarse un total de cuatro conductos radiculares.
Los expertos afirman que existen variaciones anatómicas entre pacientes, de modo que es fundamental llevar a cabo un estudio cuidadoso de la estructura dentomaxilar de la persona antes de proceder. Por lo que nuevamente es evidente la importancia de contar con el apoyo de un centro odontológico de calidad.
En cualquier caso, la endodoncia es una de las especialidades odontológicas más importantes hoy en día, ya que previenen daños mayores que puedan comprometer el tejido gingival y óseo, así como mayores malestares y complicaciones en la salud del paciente.
Sin embargo, cabe añadir que un paciente que se ha sometido a un tratamiento de endodoncia debe mantener una agenda de consultas con su especialista de confianza para corroborar la evolución de la pieza tratada, ya que al ser un diente cuyo nervio ha sido extraído, es posible que contraiga otros daños sin que la persona pueda notarlo.
Entonces, si llegas a experimentar sensaciones tales como palpitaciones, dolor al morder e hipersensibilidad frente al calor y el frío, lo más recomendable es que te pongas en contacto con un centro odontológico calificado para iniciar tu tratamiento de endodoncia cuanto antes.