Con el creciente interés por los procedimientos estéticos, es apenas obvio que el blanqueamiento dental se haya convertido en uno de los procedimientos odontológicos más populares actualmente.
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Cuando hablamos de un blanqueamiento dental, en la mayoría de los casos nos referimos al procedimiento externo mediante el cual se promueve el acceso de partículas de peróxido de hidrogeno a las capas superficiales del diente, lo cual elimina las manchas o el oscurecimiento dental, y restaura el blanco de la sonrisa.
Para obtener los resultados adecuados, un blanqueamiento dental debe seguir los siguientes pasos:
- En primera instancia, los tejidos blandos debes ser aislados por medio de un separador bucal, y posteriormente se realiza un pulido con la ayuda del cepillo de profilaxis.
- Para evitar que el gel de blanqueamiento dental entre en contacto con el tejido blando, se coloca un protector en las encías.
- Una vez se han aislado los tejidos contiguos, se aplica el gel de blanqueamiento sobre la cara externa de los dientes (cara vestibular).
- Mediante la exposición a la fuente de luz (LED, láser o ultravioleta) se activan las propiedades del gel, abriendo los poros de la dentina y permitiendo el acceso de de peróxido de hidrogeno en el diente.
- El proceso de repite entre 2 o 3 veces hasta que se obtengan los resultados deseados (tono y eliminación de manchas).
No obstante, el éxito de un blanqueamiento dental está sujeto a otras variables, entre las cuales se destaca la preparación para el proceso. Por tal motivo, a continuación, hablaremos sobre cómo debes prepararte si deseas un blanqueamiento satisfactorio.
Diagnóstico
Antes de iniciar con todo el proceso, como es natural, debes agendar una consulta con un especialista que te dé todas las recomendaciones e indicaciones (y posibles contraindicaciones) de un blanqueamiento dental, de modo que conozcas si eres – o no – candidato apto para el tratamiento.
Por lo general, el blanqueamiento no debe ser llevado a cabo en pacientes en estado de embarazo ni en menores de edad, sin embargo, también existen otras condiciones que imposibilitan el progreso.
A su vez, el odontólogo suele enviar una serie de exámenes o pruebas para determinar el estado de los dientes del paciente y su salud, con el fin de corroborar su aptitud.
Eliminación de imperfecciones
Si se ha determinado que la persona es apta para el tratamiento, se continúa con éste.
Para que un blanqueamiento dental sea completamente efectivo es indispensable trabajar en un entorno completamente adecuado, de modo que cualquier anomalía que afecte la dentadura del paciente debe ser eliminada.
En esta etapa se procede a eliminar la presencia de placa bacteriana acumulada y caries, así como a reparar piezas fisuradas.
Limpieza bucal
Cuando los dientes han sido sanados, se procede a hacer una limpieza de cualquier imperfección superficial, como pueden ser manchas extrínsecas y demás causadas por hábitos. Durante esta etapa se busca disponer al entorno completamente, con lo que se hace una limpieza profunda en los dientes, así como en el tejido blando circundante.
Cuidado con lo que consumes
Para preparar a tus dientes, los especialistas recomiendan que se suspenda el consumo de enjuagues y pastas desensibilizantes a base de nitrato potásico y flúor, ya que dichos compuestos pueden llegar a tener un efecto negativo en los resultados del blanqueamiento dental.
En este orden de ideas, también se aconseja evitar las bebidas carbonatadas, ya que estas contienen flúor.
Mantén una buena higiene y buenos hábitos
Recuerda que, como es lógico, mantener una buena higiene es fundamental para cualquier procedimiento dental, por lo que es recomendable cepillar tres veces al día con cepillo de cerdas blandas y sin utilizar compuestos abrasivos. Asimismo, hábitos como el tabaquismo deben ser suspendidos, ya que éstos arruinarían completamente los resultados del blanqueamiento dental.